lunes, 11 de julio de 2011

Único...

Dibujar su inicial por todos lados. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es tonto. Creer que su olor tiene que formar parte de cualquier molécula de oxígeno que inspires, que sus pupilas y su iris van a acabar por trastornarte, porque esos ojos son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de él en todo momento. Que cuando hables con él sonrías como una gilipollas a la pantalla del ordenador. Gritarle al mundo lo genial que es, y que nadie te diga lo contrario. 


Eso, eso exactamente, es empezar a querer a alguien, tanto como yo te quiero ati, y que por mucho que lo intente, no puedo sacarte de mi cabecita ni un solo segundo.

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